Historia

Mirando atrás en el tiempo.

El primer dueño conocido del Cortijo Soto Real lo bautizó como "Finca las capellanías" y en ella practicó la cria de toro de Lidia. Los recortes de periódico de aquella época muestran fotos de "rejoneo" y corridas de toros criados en estas tierras, un arte muy bien conocido en Andalucía.

Cuando la propiedad pasó a ser de un príncipe árabe, éste construyó el Palacio actual, una casa de campo con una "yeguada", y decoró maravillosamente los establos. Se continuó cultivando trigo, criando toros y ovejas, habilitando el Cortijo como lugar de recreo para su familia y amigos. En el verano del 2001 la propiedad fue vendida al dueño actual.

La decoración Mozárabe y Andaluza, se reflejan en el cortijo a través de su magnifico salón y sus majestuosas habitaciones que combinan a la perfección con un edificio de nueva construcción manteniendo la línea de su arquitectura original. Un espléndido hotel de cinco estrellas ha nacido.

Sin embargo, la historia sobre las tierras de Soto Real va mucho más atrás que su primer dueño conocido. En épocas anteriores muchas batallas pudieron haber ocurrido en esta propiedad; a tan sólo algunos kilómetros se pueden visitar las ruinas arqueológicas más importantes tales como: Carissa Aurelia, Esperillo y el castillo árabe del Fatetar. Soto Real pudo formar parte de la historia entre musulmanes y cristianos